Lo que relata este chiste, nos pasa a menudo en la sociedad…
A un hombre se le pincha la rueda del coche en plena noche circulando por una carretera solitaria. La casa más próxima que recordaba haber visto, estaba a 10 Kms. Así que se arma de paciencia, y se dirige a ella para solicitar ayuda. Por el camino va pensando, que si sería mejor pedir prestado un gato, que quizás no se fiasen de dejarle pasar para llamar por teléfono, que si podía despertar a un hombre que debía madrugar, o que si podía interrumpirle en un momento íntimo con su mujer, … va caminando, y se va calentando el asunto, que si seguramente parecerá una excusa, que debería haberse manchado las manos de grasa para aparentar, que no se van a creer que no lleva movil, que sería mejor ofrecerle dinero por el gato, etc. Cuando por fin llega a la casa, llama al timbre, y le abre la puerta un amable agricultor y le pregunta afablemente:
– Buenas noches ¿Qué desea?
A lo que contesta nuestro personaje
– ¿Sabe lo que le digo? Que se meta el gato dónde le quepa.