Si bien es conocido el concepto Trabajo Invertido, es decir, hacer en el trabajo tareas que no te da tiempo -o la real gana- de hacer en casa (escribir en tu blog, contestar un mail personal, etc.) quizás debería popularizarse el Ocio Invertido es decir cuando llevas dos noches soñando con unos simuladores que tienes que hacer en el trabajo.
Esto no debe ser sano, vamos, ninguno de ambos conceptos.