No quiero entrometerme en la discusión sobre si atenta a nuestra libertad, sencillamente las cosas están así, veamos qué podemos hacer para seguir a la nuestra.
Existe el hosting anónimo, móntese una web para compartir enlaces ahí donde no se pueda culpar a nadie en concreto por crear un punto donde se encuentren piratas
y consumidores de piratería
.
Por otro lado, es una ley de ámbito nacional, bastaría con donar la web a alguna persona de otro país que quiera hacerse cargo de ella.
Ah, es que los propietarios actuales ganaban su dinerito manteniendo el tinglado y no quieren renunciar a ello. Bueno pero entonces ¿en qué consiste esto? ¿en ganar dinero o en hacer algo por el bien común? En todo caso, que lleguen a un acuerdo y ‘vendan’ el potencial de la web a esa otra persona.
No sé qué opinarán mis lectores puntuales.